Archivos de la categoría Educación y crianza

Información de utilidad acerca de todos los aspectos relacionados con el desarrollo del individuo.

Proponemos actividades: diseña tu propia ciudad

Hoy quiero contaros cómo hemos ido elaborando nuestra «Happy Town», para Juegos en Inglés. Empezamos creando unos personajes, que se han ido definiendo poco a poco, de hecho, es un proceso que aún continúa en marcha. A partir de ahí, comenzamos a definir el entorno en el que viven esos personajes, y así surgió «Happy Town». Hemos hecho un plano de la ciudad, en el que podemos ver dónde trabajan y dónde viven cada uno, y que nos da el escenario perfecto para seguir avanzando en este proyecto. Antes de nada, decidimos en grupo cómo iba a ser el plano, haciendo un primer boceto donde íbamos ubicando cada elemento. Os voy a mostrar la siguiente fase del proceso, es decir, pasarlo a limpio. ¡Allá vamos!

Lo primero, materiales preparados…

IMG_6377

¡En marcha! Arrancamos con lo más básico, dibujar las calles y los edificios:

IMG_6381

De repente aparece un ayudante (este paso os lo podéis saltar, jeje):

IMG_6382 IMG_6383

Resaltamos las líneas con rotulador y empezamos a escribir nombres de lugares, en este caso en inglés, claro:

IMG_6386 IMG_6393

Añadimos los detallitos y a colorear:

IMG_6394 IMG_6398 IMG_6402 IMG_6403

Y este es el resultado, que reforzamos con cartón por detrás. También se puede plastificar, pero eso cuando tengáis muy claro que esta terminadísimo (nosotros seguiremos añadiendo detalles, según nos lo pidan las circunstancias).

IMG_6404

¡Listo! Ya está preparado para añadir una nueva dimensión a nuestros Juegos en Inglés.

Los mejores vídeos de peques

Terrícolas, hemos estado indagando acerca de vuestros cachorros y nuestra conclusión es que son geniales. Hemos recopilado algunos materiales que lo demuestran.

Aquí tenemos un peque muy peque al que su papá duerme de forma bastante peculiar, y muy tierna (habrá que probarlo, parece bastante eficaz, jeje):

Psicología inversa, una solución sencilla y eficaz:

Este se parte de risa, y contagia, ya veréis:

Aquí va una con personalidad propia y ganas de demostrarlo:

Más momentos musicales, es espectacular ver la reacción de este bebé ante el canto de su mamá:

Y terminamos bien arriba, gracias a esta peque por el mensaje y la energía con que lo transmite, es una maravilla:

¿Añadirías algún vídeo a esta selección?

«Cuerdas», un cortometraje que invita a abrazar las diferencias

¡Qué diferente sería todo si no nos sintiésemos tan incómodos con lo diferente! Lo diferente no es malo, si embargo tendemos a convertirlo en algo malo, en algo que no nos gusta; pero sólo es el miedo, que no nos deja ver con claridad.

El sufrimiento forma parte del proceso vital, está presente al principio, al final y a lo largo del camino. Como cada uno tiene un proceso diferente, también sufre por motivos diferentes y de maneras diferentes. Es muy habitual esa sensación de que las personas «especiales» experimentan un nivel de sufrimiento que nos sobrepasa, y eso nos empuja a alejarnos de ellas y de su situación, a desear con todas nuestras fuerzas que nunca nos pase algo parecido a nosotros ni a nuestros seres queridos. Pero sí que pasa, a muchas personas les toca vivir con unas características «especiales», ya sea a nivel físico, mental o ambos. Y lo cierto es que la compasión no ayuda ni a unos ni a otros, porque todos tenemos nuestras características y nuestras circunstancias especiales, todos somos diferentes. Es muy importante que aprendamos a abrazar esas diferencias, e incluso ese sufrimiento que conllevan, que aprendamos a quererlas, porque forman parte del proceso, y porque sin ellas no seríamos quienes somos; utilicémoslas a nuestro favor y no en nuestra contra.

El cortometraje «Cuerdas», de Pedro Solís, es un buen recurso para hacer llegar este mensaje a los niños, y también a los mayores. Es una historia sencilla, cercana, sincera, sin adornos de esos que no vienen a cuento. Transmite un mensaje muy claro y lo hace de manera directa y muy entrañable. Aquí os dejo el trailer:

Si tenéis ocasión, os invito a verlo y a compartirlo con vuestros peques, reflexionar con ellos, preguntarles qué opinan, qué sienten…

¿Por qué no nos enseñaron a hacer la declaración en el cole?

A lo largo de las etapas de Educación Infantil, Primaria y Secundaria, se sobreentiende que deberíamos adquirir unas nociones básicas de cultura general, así como aquellos contenidos necesarios para desenvolverse mínimamente, ¿no? Es decir, se supone que nos preparan para lo que viene a continuación. Pues bien, hay ciertas cosas muy necesarias de las que no se habla en ningún momento, a no ser que tengas la suerte de que a algún maestro se le ocurra dedicar algo de tiempo a ello. Por ejemplo, ¿a alguien le explicaron en el cole o en el instituto cómo se hace una declaración de impuestos? Pues puede considerarse muy afortunado, entre mis conocidos aún no sé de nadie que haya tenido la suerte de enfrentarse a ese trámite sintiendo que tenía la base de conocimientos necesaria. Más bien, la situación habitual viene siendo la de sentirse absolutamente perdido, avergonzado y muy asustado, porque bien sabemos que cualquier error puede conllevar una severa penalización ( incluso casos en los que, por mucho que indagues, la coherencia es incapaz de encontrar el fallo o la mala intención). Eso sí, hazlo a lo grande, cuélgate un cartel gigante que ponga «He estafado millones»… y no pasa nada; pero bueno, ese es otro tema.

A lo que vamos, pongo el ejemplo de la declaración porque no acabo de entender que personas jóvenes con una sólida formación y altas capacidades para la multitarea tengan que dedicar horas de su tiempo a un trámite que, al final, es algo muy sencillo. El problema es que, de una forma u otra, siempre aparecen obstáculos que consumen tu tiempo, tus energías, tu paciencia y tu buen humor. Y lo más triste es que el principal problema suele ser informático, y la presentación de las declaraciones online se está convirtiendo en algo obligatorio, así que el problema se multiplica; si los que nos hemos formado frente a una pantalla nos encontramos con esto, ¿cómo harán los que llevan toda la vida entregando su declaración cubierta a mano? Es muy triste, muy muy triste, que para «hacer las cosas bien» haya que sufrir o, si puedes/quieres, pagar para que te lo hagan otros, cuando sabemos que estamos capacitados de sobra para hacerlo, si la manera de hacerlo fuese coherente y se nos diese la información adecuada (porque, como se te ocurra ir a la pestaña de instrucciones para cubrir un formulario, ahí ya te puedes dar por perdido del todo, creerás que está escrita en otro idioma, o en un código indescifrable).

¿Por qué no nos lo enseñan en el colegio? Quizá no les interesa que sepamos hacerlo, porque aquí estamos muy acostumbrados a dejarnos dominar por el miedo, y lo desconocido da miedo, así que si estamos bien asustaditos no nos atreveremos con ello y seguiremos sin enterarnos de qué va el tema, simplemente sabremos que de vez en cuando hay que pagar un dinero a Hacienda y lo haremos sin rechistar, no vaya a ser.

Pues así con todo, es tanto lo que deberíamos aprender desde pequeñitos y, por alguna razón (probablemente por mantener el control sobre el pueblo) no nos enseñan… Ejemplos hay muchos: los tipos de contrato laboral, qué es una nómina, qué es un finiquito, qué es trabajar por cuenta propia y por cuenta ajena, los tipos de impuestos, los derechos y deberes que uno tiene como empleador y como empleado, como arrendador y como arrendatario, etc. Cuestiones prácticas de la vida, muy necesarias, que al final tenemos que aprender a lo bestia, a base de cometer errores y recibir golpes.

En mi opinión debemos luchar por exigir que esos contenidos (y muchos más) estén contemplados en el currículum escolar y, mientras tanto, hacer un esfuerzo por enseñárselo a los niños en casa. Porque les estaremos haciendo un enorme favor, y se lo merecen, que bastantes problemas inesperados se van a ir encontrando.

Educar en casa, ¿qué puede pasar?

Seguro que a día de hoy muchos se plantean si introducir a sus hijos en el sistema educativo tradicional es la mejor opción, mientras otros muchos se escandalizan ante tal planteamiento . ¿Qué podría suceder?¿Que afecte a su socialización? Bueno, en principio la socialización se lleva a cabo en muchos otros ámbitos, el hecho de que un niño no esté escolarizado no significa que esté aislado de la sociedad. Las familias que practican el Homeschoolling también salen de casa, van a hacer recados, al parque, a eventos culturales, a cursos y actividades, pueden también pertenecer a un grupo de música, o de teatro… Son tantas las opciones de socialización que reducirlas al entorno escolar sería absurdo e incluso peligroso, ya que sólo aprenderían a socializar con sus iguales (es decir, con niños de la misma edad, a los demás sólo los verían en los recreos y quizá no interactuasen demasiado con ellos), y con los adultos en el rol de maestros. Quien sólo tenga estos referentes se puede ver muy perdido a la hora de socializar en otros contextos.

Otro posible problema, que al no seguir el ritmo de una clase le falten contenidos considerados necesarios. Pues bien, en primer lugar habría que revisar cuáles son esos contenidos necesarios, aunque ese es otro tema. El caso es que tenemos los recursos para acceder a toda la información, no hay materia que se aprenda en la escuela que no esté a día de hoy al alcance de cualquiera. Además, y creo que esto es lo más importante, tenemos que plantearnos si queremos que nuestros hijos memoricen contenidos o aprendan a aprender. En la educación convencional existe una práctica muy habitual, los exámenes. Todos recordamos esos momentos preparando la materia, repitiéndola una y otra vez, y asegurándonos una y otra vez de qué era exactamente lo que entraba en el examen, no fuera a ser que aprendiésemos algo que no nos fuesen a preguntar; y los nervios del papel en blanco en el que teníamos que vomitar todo eso que el cerebro estaba reteniendo como si sujetásemos una goma elástica en tensión que si se soltaba nos haría mucho daño; y, por fin, el momento posterior, el ratito después del examen, o el día siguiente o la semana siguiente, un tiempo muy próximo en el que aquellos datos se habían esfumado, habían desaparecido como si de un truco de ilusionismo se tratase. ¿A alguien le resulta ajeno esto? No me malinterpretéis, mucha información se iba asentando, por supuesto, pero muchísima otra no, especialmente aquella que aprendíamos sin interés ni ilusión, y sin entender por qué había que invertir tanto tiempo y energía en ello.  Por poner un ejemplo, el nivel de inglés requerido para selectividad es bastante alto, implica unas nociones de gramática y vocabulario, comprensión y expresión, que no se aprenden de un día para otro, sino que se van asentando con los años. Pues conozco unos cuantos casos, bastantes, de personas que aprobaron ese examen y cuyo nivel de inglés pocos años después equivale al que a día de hoy se imparte en Educación Infantil, ¿cómo es posible?

A lo que voy, lo realmente interesante es aprender a obtener esa información que queremos o que necesitamos, esa es la que se va a quedar con nosotros y a la que vamos a recurrir. Ya basta de sentir que lo que estoy aprendiendo no me va a servir nunca para nada. Claro que no te va a servir, porque no lo quieres aprender. Y, si en el futuro lo necesitas, lo aprenderás, seguro. Olvidemos ese enfoque que dice que los contenidos son lo más importante. Tienen importancia, y por eso hay un control para asegurar que se van obteniendo (los niños no escolarizados tienen acceso a los mismos títulos que los escolarizados, mediante unas pruebas en las que se comprueba la adquisición de esos contenidos). Pero lo realmente importante, lo que nunca debemos olvidar como educadores, es motivar a los niños para aprender, para buscar el disfrute en el proceso de aprendizaje.

Podríamos analizar otras muchas cuestiones, y abajo tenéis un espacio para aportar vuestros comentarios y debatir todo lo que queráis. Pero, en definitiva, ¿es mejor educar en casa que escolarizar? No necesariamente. Lo que seguro que es mejor es una buena educación en casa que una mala educación en la escuela, y los resultados nos demuestran que ahora mismo la calidad de la educación convencional es bastante baja, en realidad es escandalosamente baja. Así que una de las opciones que tenemos es currárnoslo en casita (hace unos días compartimos este vídeo, que es un gran ejemplo de lo que estamos hablando). Pero no es la única, ¿os acordáis del  artículo sobre «La Educación Prohibida» con el que abrimos este blog? Ahí tenéis unos cuantos ejemplos más.

Bueno, vamos a despedirnos ya, con este chico de 13 años que nos demuestra qué puede suceder si decidimos abrir miras y apostar por aquello en lo que creemos:

Proponemos actividades: crea tu propio calendario

Para los niños pequeños las unidades de tiempo pueden resultar bastante complejas; adquirir la noción de lo que es una semana, un mes o un año, de que el año tiene 4 estaciones y 12 meses, de que los meses pueden tener entre 28 y 31 días, pero las semanas siempre tienen 7 días, aprender los nombres de los días de la semana y de los meses del año… Pufff, para nosotros es algo muy básico, pero para ellos son muchos conceptos y muchas relaciones diferentes entre ellos, un lío bastante complicado. Pues qué mejor manera para introducir, repasar o afianzar estos contenidos que creando nuestro propio calendario.

Hay muchas maneras de hacerlo, en Planeta Alicia hemos creado calendarios del 2014 en inglés, pero también puede ser en cualquier otro idioma, o políglota, o decorado de manera que veamos cómo se suceden las estaciones, o marcando las fechas señaladas y explicando el por qué de las mismas… cada uno puede personalizarlo a su manera, teniendo en cuenta en qué área se quiere centrar (una lengua, conocimiento del medio, historia…).

Os cuento cómo lo hemos hecho nosotros:

En primer lugar, preparamos la hoja de cada mes, pero sólo cubrimos la de enero; en las demás aparecía la primera letra del mes y los huecos correspondientes según el número de letras que tuviese; los días de la semana y los números de cada día también estaban en blanco. Al ir completando el calendario, fuimos repasando los meses y los días de la semana en inglés, y después cubrimos las casillas con los números (en pequeñito y en una esquina, para que quede espacio para apuntar lo que necesitemos), comprobando que no todos los meses tienen la misma cantidad de días. Después, marcamos algunas fechas señaladas, como los cumpleaños de la familia.

2014-01-09 18.51.33

Ya está casi todo listo, sólo queda prepararlo para poder colgarlo en la pared. Optamos por hacer 2 agujeritos con una taladradora de papel y poner un trozo de lana de colores anudado en los extremos; sí, nos quedó bastante larga la lana, pero mejor que sobre por si acaso, que para cortar siempre hay tiempo.

2014-01-09 19.24.30

¡Listo! Tenemos el resto del año para observar nuestro calendario y repasar todo lo que hemos aprendido. Poco a poco irán asimilando las relaciones entre los diferentes elementos que lo componen.

 

Educación en casa, otra opción

He empezado la semana con este vídeo, el testimonio de una familia que nos cuenta su experiencia practicando la educación en casa, y comentan, entre otras cosas:

«Un sistema que tiene más de un 30% de fracaso se tiene que pensar mucho si quiere realmente obligar a las personas a utilizarlo.»

«No puede ser que sólo la escuela te pueda dar un título. No se puede tener un monopolio del aprendizaje.»

Echadle un vistazo, es muy interesante ver los resultados de distintos sistemas (por supuesto, esto no es más que un caso concreto, un ejemplo, pero considero que resulta bastante significativo):

¿Conocéis a alguien que practique la educación en casa? ¿Qué opináis de esta opción?

Cine en familia para una tarde de invierno: «The Snowman»

¡Terrícolas, ya estamos de vuelta!

Para inaugurar el 2014 hemos escogido una historia muy bonita. Todo empezó con un libro infantil de Raymond Briggs titulado «The Snowman» («El Muñeco de Nieve»), publicado en 1978 en formato de álbum ilustrado (es decir, la historia se narra a través de ilustraciones, sin texto ni diálogo):

snowman

En 1982, Dianne Jackson convirtió este precioso relato en una peliculita de casi media hora, una estupenda elección para pasar un ratito en familia en estas fechas invernales, calentitos en casita. Narra una aventurilla de dos personajes que van descubriendo cada uno el mundo del otro. La película es prácticamente muda, sólo hay un poco de narración al principio y, por cierto, está en inglés sin subtitular, pero no os preocupéis que dura muy poquito y la historia se entiende perfectamente, lo importante es la imagen y la música.

Como veréis, muestra una sucesión de acciones y objetos cotidianos estupenda para ir comentando con los niños, aprovechando la ventaja de que la peli no tiene diálogos y no es necesario verla en silencio para seguirla; podéis ir haciéndoles preguntas a los peques acerca de la nieve, la ropa que llevan los personajes, lo que hacen…

Os dejo dos enlaces, el primero es el corto y el segundo un fragmento en el que suena una canción en inglés («Walking in The Air», de Howard Blake) que aparece subtitulada tanto en inglés como en castellano, una gran herramienta para los que ya sepan leer, o estén aprendiendo inglés; podéis hacer varios visionados, leyendo primero en un idioma y después en el otro, y así pueden ir apreciando, por ejemplo, cómo en inglés se pronuncia diferente a como se escribe; o cantar la canción en modo karaoke (eso sí, más grave que el niño que la interpreta en la película, no os vayáis a dañar la voz); …

Y todas las actividades que se os ocurran, sólo hay que echarle un poco de imaginación: inventar una segunda parte entre todos, dibujar/fabricar cada uno su propio muñeco de nieve (con pasta de sal, con papel maché o con lo que os apetezca)…

¿Alguna otra sugerencia?