¿Por qué no nos enseñaron a hacer la declaración en el cole?

A lo largo de las etapas de Educación Infantil, Primaria y Secundaria, se sobreentiende que deberíamos adquirir unas nociones básicas de cultura general, así como aquellos contenidos necesarios para desenvolverse mínimamente, ¿no? Es decir, se supone que nos preparan para lo que viene a continuación. Pues bien, hay ciertas cosas muy necesarias de las que no se habla en ningún momento, a no ser que tengas la suerte de que a algún maestro se le ocurra dedicar algo de tiempo a ello. Por ejemplo, ¿a alguien le explicaron en el cole o en el instituto cómo se hace una declaración de impuestos? Pues puede considerarse muy afortunado, entre mis conocidos aún no sé de nadie que haya tenido la suerte de enfrentarse a ese trámite sintiendo que tenía la base de conocimientos necesaria. Más bien, la situación habitual viene siendo la de sentirse absolutamente perdido, avergonzado y muy asustado, porque bien sabemos que cualquier error puede conllevar una severa penalización ( incluso casos en los que, por mucho que indagues, la coherencia es incapaz de encontrar el fallo o la mala intención). Eso sí, hazlo a lo grande, cuélgate un cartel gigante que ponga «He estafado millones»… y no pasa nada; pero bueno, ese es otro tema.

A lo que vamos, pongo el ejemplo de la declaración porque no acabo de entender que personas jóvenes con una sólida formación y altas capacidades para la multitarea tengan que dedicar horas de su tiempo a un trámite que, al final, es algo muy sencillo. El problema es que, de una forma u otra, siempre aparecen obstáculos que consumen tu tiempo, tus energías, tu paciencia y tu buen humor. Y lo más triste es que el principal problema suele ser informático, y la presentación de las declaraciones online se está convirtiendo en algo obligatorio, así que el problema se multiplica; si los que nos hemos formado frente a una pantalla nos encontramos con esto, ¿cómo harán los que llevan toda la vida entregando su declaración cubierta a mano? Es muy triste, muy muy triste, que para «hacer las cosas bien» haya que sufrir o, si puedes/quieres, pagar para que te lo hagan otros, cuando sabemos que estamos capacitados de sobra para hacerlo, si la manera de hacerlo fuese coherente y se nos diese la información adecuada (porque, como se te ocurra ir a la pestaña de instrucciones para cubrir un formulario, ahí ya te puedes dar por perdido del todo, creerás que está escrita en otro idioma, o en un código indescifrable).

¿Por qué no nos lo enseñan en el colegio? Quizá no les interesa que sepamos hacerlo, porque aquí estamos muy acostumbrados a dejarnos dominar por el miedo, y lo desconocido da miedo, así que si estamos bien asustaditos no nos atreveremos con ello y seguiremos sin enterarnos de qué va el tema, simplemente sabremos que de vez en cuando hay que pagar un dinero a Hacienda y lo haremos sin rechistar, no vaya a ser.

Pues así con todo, es tanto lo que deberíamos aprender desde pequeñitos y, por alguna razón (probablemente por mantener el control sobre el pueblo) no nos enseñan… Ejemplos hay muchos: los tipos de contrato laboral, qué es una nómina, qué es un finiquito, qué es trabajar por cuenta propia y por cuenta ajena, los tipos de impuestos, los derechos y deberes que uno tiene como empleador y como empleado, como arrendador y como arrendatario, etc. Cuestiones prácticas de la vida, muy necesarias, que al final tenemos que aprender a lo bestia, a base de cometer errores y recibir golpes.

En mi opinión debemos luchar por exigir que esos contenidos (y muchos más) estén contemplados en el currículum escolar y, mientras tanto, hacer un esfuerzo por enseñárselo a los niños en casa. Porque les estaremos haciendo un enorme favor, y se lo merecen, que bastantes problemas inesperados se van a ir encontrando.

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