Rituales de inicio de año

Rituales de inicio de año

¡Bienvenido 2022!

¿Adiós, etapa super turbulenta? Bueno, supongo que es precipitado decirle adiós a nada, llevamos 2 años de pandemia y esto no tiene trazas de acabarse pronto. Pero yo quiero despedir un período muy turbulento de mi vida personal que se inició en 2019 y en el que han ido sucediéndose capítulos muy distintos y tremendamente desafiantes.

Vamos poco a poco, las etapas van concluyendo, pero parece que nunca llega la calma. Antes la ansiaba, estaba todo el tiempo centrada en que determinada situación terminara para volver a sentirme bien. Pero no, la calma no llega. Así que ahora focalizo mi energía de otra manera: estoy centrándome en la aceptación, y gracias a ello soy mucho más feliz, sean cuales sean las circunstancias. De eso trata mi primer ritual de año nuevo.

RITUAL 1: LA PALABRA DEL AÑO

Hace ya varios años (creo que empecé en 2017) que elijo una palabra para definir ese año que empieza, para expresar mis deseos y objetivos, para poner el foco los próximos meses, para sentir, para mejorar, para avanzar… todo ello concentrado en una sola palabra. Y la palabra de 2022 está bien clara. La palabra de 2022 es ACEPTACIÓN.

La aceptación es lo que más me ha ayudado en esta última fase tan turbulenta de mi vida. Estos años en los que he convivido con la pérdida, el miedo, la incertidumbre, el estrés, la tristeza, la ansiedad, el dolor, el cansancio, el sufrimiento… Paro ya, porque parece que he vivido sumida en un infierno, y no se trata de eso en absoluto. De hecho, pese a todo, he sido más feliz estos últimos años que en casi toda mi vida anterior. Me siento bastante cómoda, tengo una familia maravillosa y todas las necesidades básicas más que cubiertas. Además, me cuido, siempre estoy pendiente de mi bienestar, de disfrutar de la vida, porque son pilares sin los que nada tiene sentido para mí. Estoy pasando por un momento vital tan dulce, sobre todo desde que mi pequeña está en casa con nosotros y hemos iniciado esta preciosa aventura de convertirnos en una familia de cuatro.

Pero como todos, tengo que gestionar momentos complicados, a veces muy muy duros, y he necesitado ahondar mucho en mi interior para aprender a convivir con todo ello. La aceptación ahora mismo es la clave que me sostiene para no centrar mi vida en todas esas cosas malas que suceden y que no puedo controlar, en vez de abrazar todo lo maravilloso que envuelve mi día a día.

Aceptación no es resignación, no se trata de agachar la cabeza y permitir las injusticias o el maltrato. La aceptación consiste en tomar conciencia de la realidad, abrazar tu experiencia vital tal cual es, se trata de un paso previo y necesario a la transformación. En la práctica, se traduce entre otras cosas en dejar de apretar puños y dientes, dejar de desgastarte a cada paso del camino. No es fácil en esta sociedad y sistema que nos rodea, pero sí creo que es algo imprescindible para la salud. Así que seguiré cultivando la aceptación este año y el resto de mi vida.

RITUAL 2: REVISIÓN DEL AÑO ANTERIOR

Uno de los aspectos donde solemos tener conflictos de aceptación tiene que ver con los avances en nuestros objetivos. Y aquí entramos en otro ritual, la revisión de aquello que me propuse hace un año. En mi caso, 2021 quería que fuera un año de creación (esa fue la palabra que escogí para 2021: CRECACIÓN). Tenía intención de avanzar en ciertos proyectos personales que llevo tiempo gestando y en los que sigo atascada, resultó que 2021 no era el año para ello. Así que, en este sentido, no alcancé mis objetivos.

Sin embargo, la creación más importante sí tuvo lugar en 2021, fue el año en que gesté y parí a mi hija. Creé vida, creé familia. Al inicio de 2021 no quise plasmar mi embarazo como un objetivo, preferí centrarme en aquello que creía que estaba más en mi mano. Pero sí que era mi mayor deseo y soy tan afortunada que se hizo realidad. Lo demás ya vendrá, o no, para crear es necesario disponer de tiempo y energía, y a veces las circunstancias nos llevan a priorizar otras cosas, como me lleva sucediendo a mí estos últimos años. Pero esta bebé que a ratos se mueve y hace ruiditos adorables, durmiendo pegadita a mí mientras escribo este artículo en la cama, esta bebé es lo más grande, lo más importante y lo más valioso que me podía traer este 2021. Como dijo su hermanito el día que esperábamos la llegada de Papá Noel: «El mejor regalo es el que salió de tu barriga». Así que GRACIAS 2021, GRACIAS INFINITAS por colmar mi vida con más vida. Ha sido un año de mucho sufrimiento, pero el balance global solo puede ser positivo.

RITUAL 3: NUEVOS OBJETIVOS

Ahora toca fijar objetivos para 2022. ¿Qué deseo, dónde quiero poner el foco? Llegamos al tercer ritual, establecer objetivos para el año que empieza. Y lo cierto es que me cuesta mucho hacerlo. No porque no sepa lo que quiero, sino porque en este momento no sé qué priorizar. Estamos a mediados de enero y aún no me he sentado a ello, porque me siento un tanto bloqueada. Pero, ¿sabes qué? No pasa nada, acepto mi bloqueo y estoy dispuesta a fluir con él para ver a dónde me lleva.

Soy muy perfeccionista e intento tenerlo todo controlado de antemano, pero si algo he aprendido en esta etapa turbulenta es que aferrarse a los planes supone un gran desgaste de energía que no merece la pena. Hay que equilibrar, no se trata de vivir en el caos, sino de ser flexible, permitir que el caos también forme parte del proceso y aceptar que no podemos controlarlo todo. Un día de estos me sentaré con mi cuaderno y me pondré a fijar objetivos. Pero no para sufrir si no consigo cumplirlos, sino para conocerme a mí misma un poco mejor, e ir descubriendo año tras año cuáles son mis verdaderas prioridades. La principal la tengo clara clarísima: quiero bienestar en mi día a día, disfrutar de la vida y del tiempo en familia. Yo no estoy hecha para vivir esperando unas vacaciones que me permitan desconectar, sino para conectar a diario y nutrirme de una cotidianeidad feliz, ese es el objetivo y hace mucho tiempo que soy consciente de ello. Ahora toca trabajar en los demás, siempre que estén en sintonía con el principal, por supuesto.

OTROS RITUALES

Suelo hacer algún otro ritual, dependiendo de lo que me pida el cuerpo. Por ejemplo:

  • escribir una lista de 10 cosas por las que me siento agradecida este año
  • transformar 5 creencias limitantes en afirmaciones que me fortalezcan
  • diseñar una rutina que me ayude a empezar bien el día
  • definir recompensas si logro determinados objetivos

Este año no sé qué haré. De momento, le estoy dando un poquito de vida a mi blog con este texto, que no es poco. Tengo mucho que contar y en 2022 quiero escribir más, eso sí lo tengo claro. ¡Gracias por leerme!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *