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Entrevistas a jóvenes educadores: Sabina Díaz Antón
«Todos somos responsables de la educación de los seres que tenemos alrededor»
Sabina Díaz Antón
Hoy me toca a mí: Soy Sabina, Educadora especialista en Educación No Formal, lo que engloba muchas facetas: clases particulares y en grupo (sobre todo de inglés, pero también de apoyo escolar y música), actividades de tiempo libre (campamentos, extraescolares, talleres…), asistencia personal y atención socioeducativa a personas con diversidad funcional y menores en riesgo de exclusión social, animación en eventos…
Para completar mi definición profesional, os cuento un poco cuál es mi metodología:
En mis sesiones (ya sean clases, fiestas o cualquier otro formato) procuro ofrecer siempre una atención personalizada, ya que cada individuo merece que se respete su espacio, su ritmo y sus necesidades. También busco el desarrollo de la autonomía, que cada uno sea consciente de su responsabilidad con el entorno y consigo mismo. El aprendizaje significativo es el más efectivo y, en la medida de lo posible, le doy un enfoque lúdico y muy creativo, para establecer un espacio agradable, de bienestar, en el que se respire el placer de aprender.
Y, para terminar, mi contexto:
Hace 4 años, tras mucho trabajo por cuenta ajena, con muchos colectivos (niños, tercera edad, personas con diversidad funcional…) y con muchas empresas diferentes, harta de la falta de valoración, de malvivir debido a unas condiciones laborales cada vez peores, de la incompetencia , de la incoherencia, de la ausencia de control de calidad, de trabajar en mi campo sintiendo que el enfoque no era ni de lejos el que la sociedad necesita…tuve una idea y me formé para abrir mi propio negocio. Yo quería ofrecer un espacio lúdico, educativo y multidisciplinar, un lugar al que pudieran asistir niños y mayores. Pero las cosas no son tan fáciles, y la apertura de un local comercial en este país es, desgraciadamente, algo muy complicado, y para lo que, digan lo que digan, no hay ayudas cuando realmente las necesitas. Así que modifiqué el enfoque para poder ofrecer el mismo servicio de manera itinerante; el problema fue, entre otras cosas, que un proyecto tan personal como el mío necesita de un espacio propio. Aún así, intenté plasmar mis principios educativos, ofrecer servicios de calidad, proteger y valorar a mi equipo de trabajo… Pero, tras muchos experimentos, resultó que no era el momento, no era la manera, en fin, cuando trabajas y trabajas hasta que no puedes más, tu clientela está encantada con tus servicios y, aún así, no hay forma de llegar a fin de mes (literalmente), pues llegas a la conclusión de que hay que buscar otras vías, y tuve que cerrar. Ahora me encuentro en un momento de transición, digiriendo lo que he aprendido en mi aventura emprendedora, buscando de nuevo mi hueco en el mundo laboral, madurando y asentando las bases para seguir adelante.
¿Qué te movió a dedicarte a esto?
Puedo hablar de muchos inicios diferentes:
-Cuando decidí hacer Magisterio, porque creía que quería estudiar música; ya estaba en Grado Medio en el conservatorio, y pensé: “Ufff, son muchos años para terminar la carrera trabajando de camarera y demás… Mejor hago Magisterio Musical, que no me va a costar mucho, y así puedo trabajar en un cole mientras sigo estudiando”. Enseguida descubrí que no era la música ni la educación formal lo que me movía, pero acabé la carrera. Mi experiencia universitaria me sirvió para hacer grandes amigos, pero no para aprender; no había nada suficientemente interesante para mí ahí dentro, el verdadero aprendizaje estaba fuera del aula. Lo que sí aprendí es que el sistema universitario español es de risa (he estado matriculada en diversas universidades, en distintas ciudades y diferentes carreras, desde que acabé el instituto hasta un reciente paso por la UNED; y nunca he tenido experiencias académicas positivas, es realmente triste, ya no lo intento más).
-Cuando mi profesora de violoncello del conservatorio me ofreció dar clases particulares a una alumna suya, la que fue mi primera alumna, mi primer trabajo en educación. Una experiencia maravillosa, la verdad, estuve con ella más de 2 años.
-Cuando, tras mucho explorar e intentar encontrarme a mí misma, decidí que se está mejor en casa que en ningún sitio y volví a Coruña, mi tierra. Empecé a trabajar como voluntaria en una asociación que fue mi verdadera escuela, hacía de todo: había momentos en que estaba dando clase de ajedrez a uno, controlando que otros 5 hicieran sus deberes, proponiendo juegos y manualidades a otras 3, atendiendo al teléfono, poniendo orden en el material… y al final pasando el aspirador, jeje, era divertidísimo; piano, música, teatro, manualidades, campamentos… de todo. Así durante un año, hasta que tuve que dejarlo por agotamiento, pero la experiencia y el aprendizaje que viví en ese lugar no es comparable a nada, fue algo muy importante y significativo en mi vida.
Pero, en realidad, el origen de todo esto fue mucho antes. Yo era una niña pequeña sentada en mi pupitre, haciendo la EGB. Y curso tras curso pensaba: “Si yo fuera la profe no haría esto que está haciendo él/ella, ni esto otro, ni esto otro…. Yo lo haría bien”. No podía soportar la incompetencia, recuerdo perfectamente tener esos pensamientos con 8 años, y puede que antes. Aún así, creía que no quería ser profesora. Fue la vida la que me fue poniendo en mi sitio, y al final descubrí que la Educación me corre por las venas.
¿Qué es la educación para ti?
Para mí la educación es un proceso que se produce a lo largo de toda la vida, que ha de suceder en libertad, que ha de ser respetuoso (con el espacio, con el ritmo y con las necesidades de cada uno). Todos somos responsables de lo que sucede en nuestro entorno y, por tanto, todos somos responsables de la educación de los seres que tenemos alrededor, pequeños y mayores. Los padres educan a los hijos y los hijos educan a los padres. Otra cosa es la figura del profesional de la educación, que ha de ser un guía, un compañero en el proceso de desarrollo.
¿Qué opinas del sistema educativo convencional? Si pudieras, ¿qué cambiarías?
Enseguida me di cuenta de que mi enfoque educativo dista mucho del convencional (rechazo la memorización, los exámenes, los ejercicios de copiar, las separación de asignaturas en horarios cerrados, la agrupación de niños por edades, los timbres de las escuelas…), así que me puse a indagar en las metodologías alternativas (Escela Libre, Pedagogía Waldorf, Método Montessori…), pero no encontraba lo que buscaba, ya que, en mi opinión, estas propuestas siempre tienen algún aspecto muy cerrado, o que no contempla el cambio (social, tecnológico…) o la diversidad.
Recientemente descubrí La Pedagogía Blanca, por fin un enfoque que realmente comparto, la verdad es que me ha costado mucho encontrarla. Hay millones de cursos interesantes, pero nada que me hiciera sentir tantas ganas como la Formación de La Pedagogía Blanca, ya que se basa en unos principios totalmente afines a los míos, pero no sigue una metodología cerrada, sino que se abre a todas las posibilidades, a todos los individuos y a todos los procesos. Espero acceder pronto a esta formación.
Quiero ser, y me considero desde hace tiempo, agente del cambio. ¿Qué cambiaría? Pues prácticamente todo. Cambiaría la estética de las escuelas (que se parezcan menos a cárceles y más a espacios de juego, luminosos, bonitos, agradables, cómodos y variopintos), cambiaría la organización (espacios abiertos, grupos heterogéneos, participación activa de los niños en la toma de decisiones, horario mucho más ligero y flexible…), cambiaría el temario (saberes prácticos, artísticos…; nunca entendí, por ejemplo, que no se enseñen primeros auxilios en los coles, y que no se repasen periódicamente, me parece algo tan importante…), cambiaría la metodología (juego libre, proyectos de investigación, excursiones y visitas, debates…), establecería unos criterios de control de calidad serios, realistas y coherentes (no entiendo el sistema de funcionariado, en el que te presentas a una oposición, consigues plaza, y 40 años después ahí sigues, da igual que seas empático con tus alumnos o no, que recicles tus conocimientos con regularidad o no, que motives o no…; yo he tenido profesores que dictaban apuntes que parecían sacados de una biblioteca abandonada, descoloridos y mugrientos; eso no puede ser, hay que formarse continuamente y adaptarse al cambio, la sociedad está en constante evolución, la educación no puede anclarse en el pasado)… No hace falta que siga, ¿no?
Últimamente, se habla mucho sobre la conveniencia o no de mandar deberes a los niños, ¿qué opinas?
No estoy en contra de los deberes, pero claro, depende del tipo de deberes, la cantidad, para quién y en qué contexto. Si hablamos de un niño que entra en el cole a las 9 de la mañana y no vuelve a casa hasta las 7 de la tarde, estoy en contra. Si hablamos de deberes del tipo copiar, memorizar o realizar tareas que para el niño no van a tener ninguna aplicación práctica, estoy en contra. Si tiene que hacer deberes sólo de aquellas materias que no se le dan bien o no le gustan, estoy en contra. En mi opinión, los deberes deben ser muy pocos, muy significativos y amenos, acordes con las preferencias del niño, y desde luego nunca impedir que tenga su rato de libertad y esparcimiento, que los niños lo merecen igual que los adultos, y lo necesitan mucho más.
Hoy en día muchos padres se sienten perdidos acerca de su papel en la educación de sus hijos, ¿qué les aconsejarías?
Que se informen, hay muchos caminos y sólo ellos pueden decidir cuál es el mejor para sus hijos. Que pidan ayuda cuando la necesiten, pero que no acepten sin más lo que les digan, que investiguen y contrasten. Que confíen en ellos mismos, y en su instinto. Que prediquen con el ejemplo.
Recomiéndanos algún libro y/o película de temática educativa:
Recomiendo encarecidamente “La Educación Prohibida” (con este artículo sobre la misma estrené este blog, hace poco más de un año):

También un clásico entre los clásicos de la educación alternativa y especial, «El milagro de Ana Sullivan»:

Y, para que los papás compartáis con vuestros hijos, tengo 2 sugerencias fresquitas: «Las aventuras de Peabody y Sherman» (genial para aprender o repasar un poco de historia) y «La LEGO película» (aquí tenemos una buena lección para adultos, pero no desvelo nada, que está llena de sorpresas).


En cuanto a la lectura, voy a optar por mis modelos de crianza, Carlos González y Rosa Jové. Ambos tienen una cuantas joyitas publicadas (aún no las he leído todas, pero es uno de mis objetivos, y releerlas también). Por ejemplo:
Otras entradas de esta serie:
Entrevistas a jóvenes educadores: Carla López
«Resulta tan absurdo tratar de formar treinta mentes distintas en un aula como tratar de cuidar treinta plantas distintas en la misma maceta y con la misma cantidad de agua y abono»
«Existe un monopolio intocable de la educación válida, y me preocupa que el sistema no permita educar si no es a su imagen y semejanza»
Carla López
Mi nombre es Carla López y me dedico profesionalmente a tratar de facilitar herramientas, procesos, para mejorar la calidad de vida de las personas mediante el uso de la música. Por norma general y sistemática se me etiqueta como musicoterapeuta.
¿Qué te movió a dedicarte a esto?
El interés por descubrir aquellas vías, con la música como herramienta mediadora a través de los procesos humanos, que puedan favorecer la realización personal de una manera honesta.
¿Cuál ha sido tu experiencia más gratificante en tu vida profesional?
Descubrir, de forma bastante reciente, que a menos intervención, mayor y mejor desarrollo. Lo que, además de ser contraintuitivo de entrada, resulta complicado de desarrollar en el día a día porque, desde fuera, parece que se nos intenta inculcar que a mayor control, mejores resultados. Lo cual es cierto y funcional desde el punto de vista del capital, pero no del humano.
¿Qué es la educación para ti?
De entrada, debería ser un proceso de enriquecimiento e incorporación de herramientas, ya sean emocionales, lógicas, sociales o culturales. Y por supuesto un proceso interior, en el que la persona y sus conocimientos sigan un desarrollo basado exclusivamente en los intereses y necesidades de ésta, no en los del sistema económico.
¿Qué opinas del sistema educativo convencional? Si pudieras, ¿qué cambiarías?
Que está obsoleto. Habría que revisar las bases de ese sistema. Desde la figura casposa y trasnochada del educador en el pedestal que transmite datos como una enciclopedia parlante y los exige de vuelta sin cuestionamientos por medio de un examen, hasta el enfoque utilitarista de la educación como un proceso a largo plazo de selección de personal laboral, pasando por la secuenciación y fabricación en masa de individuos supuestamente válidos socialmente, como si fuésemos comida industrial. Todo es artificial.
Cada persona aprende, de forma natural, a su ritmo y en función de su curiosidad e interés de conocimiento. Cada mente es distinta, y resulta tan absurdo tratar de formar treinta mentes distintas en un aula como tratar de cuidar treinta plantas distintas en la misma maceta y con la misma cantidad de agua y abono. Y siguiendo con el símil vegetal, las plantas no dejan de crecer desde junio hasta septiembre. Hemos de pasar de la categorización y estandarización mercantilizada como fin único y último, a la evolución personal como punto de partida y desarrollo.
Por otra parte, legislación y legisladores deberían actualizarse y abrir las puertas a posibilidades distintas de formación y educación. Somos de los pocos países de la Unión Europea en los que, por ejemplo, el homeschooling tiene un vacío legal. Existe un monopolio intocable de la educación válida, y me preocupa que el sistema no permita educar si no es a su imagen y semejanza.
Quiero dejar claro, no obstante, que, a pesar de todo, en este momento hay excelentes
profesionales de la educación haciendo una inmensa labor.
Últimamente, se habla mucho sobre la conveniencia o no de mandar deberes a los niños, ¿qué opinas?
Aún no he visto a ningún adulto aplaudiendo cuando después de ocho horas de oficina tiene que llevarse trabajo a casa. No veo por qué un niño debería entenderlo y en consecuencia yo tampoco lo entiendo.
Hoy en día muchos padres se sienten perdidos acerca de su papel en la educación de sus hijos, ¿qué les aconsejarías?
En general, muchas familias se preocupan. Y no sólo eso, sino que quieren que empiece a haber cambios en la forma de hacer las cosas. Quizás les diría que se involucren más en el proceso educativo, que no tengan miedo a formar parte de él, porque de hecho son el pilar fundamental. Que sean conscientes de que aquello que les vendieron en su momento no tiene que ser lo correcto. Que desaprendan y vuelvan a aprender porque puede haber, y hay, múltiples caminos, todos ellos perfectamente válidos.
Recomiéndanos algún libro y/o película de temática educativa:
En cuanto a películas, «El juego de Ender» y «Canino (Kynodontas)», son dos buenos ejemplos alegóricos de los fallos de una educación dirigida por un interés ajeno a la persona, en base a una perspectiva sesgada de la realidad.


La película «El planeta libre» y el libro «Los papalagi» son ejemplos de cómo aquello que nos parece socialmente correcto, desde otra perspectiva puede resultar absurdo o innecesario.


Y por último el videoclip de la canción «Bizness», de tUnE-yArDs, que si se ve después de leer la entrevista no necesita demasiada explicación.
Muchas gracias.
Otras entradas de esta serie:
Entrevistas a jóvenes educadores: Chus Álvarez
«El educador ha de ser un motivador nato que crea en lo que hace y lo viva con pasión»
Chus Álvarez

Soy actriz, maestra de teatro, licenciada en Filología Inglesa y Técnico Superior en Educación Infantil. Ésta es mi web.
¿Qué te movió a dedicarte a esto?
Siempre me gustó la docencia: enseñar motivando. Aunque desde pequeña tuve claro que quería ser actriz y escritora (y he cumplido ambos sueños) educar es un verbo que siempre me ha perseguido. Parece que la vida me conduce hacia el mundo de la educación, y yo me dejo conducir, claro. Llevo unos 16 años trabajando como profesora de teatro, lo que me apasiona porque mezcla la docencia con el arte, pero también imparto clases de expresión dramática para educadores infantiles desde 2003. Estudié Educación Infantil porque la pedagogía teatral me llevó a querer saber más sobre psicología infantil, el estudio de la conducta, estrategias de trabajo con niños y niñas… Y todo ello mezclado con el arte teatral explota en una bomba maravillosa. Ser filóloga y ex bibliotecaria también ha influido, pero de otro modo, impartiendo cursos de animación lectora, dinamización de bibliotecas, escritura creativa… En general, mi trayectoria profesional mezcla el teatro con los libros y los niños casi a partes iguales. Y la interpretación con la educación. Vamos, que tengo un lujo de trabajo (cuando lo tengo, claro).
¿Cuál ha sido tu experiencia más gratificante en tu vida profesional?
Ver que los niños (y a los adultos, en el caso de mis clases con ellos) están motivados es el mejor regalo. Y ver en sus ojos, en su actitud, que lo que les has enseñado les ha servido, que lo valoran, que lo van a poner en práctica, que te lo agradecen…. Con respecto a mis clases de teatro, que alumnos que he estado formando desde los 7 años acaben la carrera de arte drámatico y/o se dediquen al arte de la interpretación de mayores es verdaderamente gratificante. Y que me recuerden con cariño como su primera profe – ésa que les hizo amar la profesión- ya ni te cuento.
¿Qué es la educación para ti?
Como dije antes, para mí la educación es enseñar motivando. Primero está la motivación, porque si tú no estás motivado jamás podrás enseñar, hacer que nadie se motive para aprender nada. Inculcar la curiosidad por saber, por descubrir, por conocer, fomentar la inquietud y la ilusión… son las sendas del camino. Y luego viene la enseñanza en sí. Con humor y amor, para mí las dos palabras mágicas, y buenas dosis de paciencia y respeto, todo se consigue. El educador ha de ser un modelo de referencia, un motivador nato que crea en lo que hace y lo viva con pasión. Ha de inspirar. Y la enseñanza en sí viene después rodada. Un buen maestro consigue que te guste esa asignatura/disciplina odiada, logra que seas capaz de hacer algo que te parecía imposible, te hace disfrutar con lo que a primera vista te resulta demasiado aburrido y complejo… Un buen maestro te enseña a pensar, no te impone lo que debes pensar. Te da alas. Hay una frase que, para mí, explica perfectamente lo que quiero decir: «Un profesor es alguien que te enseña, un maestro es alguien del que aprendes”.
¿Qué opinas del sistema educativo convencional? Si pudieras, ¿qué cambiarías?
¡Puf! Cambiaría tantas cosas… Optaría por los verbos clave que acabo de mencionar: motivar, descubrir, provocar curiosidad, abrir las mentes… Y añadiría: explorar, investigar, crear, vivenciar, sentir. Vaya, que yo también he sido alumna y sé que repetir palabras y fórmulas o hacer fichas y memorizar párrafos inmensos para aprobar un examen no sirve de nada. ¿Qué nos queda en el recuerdo, qué aprendemos de veras? Pues lo que alguien nos enseña con ilusión y pasión, lo que nos explican como si fuese un cuento, un viaje, lo que nos interesa aprender porque nos meten el bichito de la curiosidad en el cuerpo y no lo que nos obligan a aprender sin explicarnos el por qué ni para qué sirve. Rechazo los métodos basados en el miedo y la autoridad, en la imposición. Destruyen la ilusión, la curiosidad, la autoestima y las ganas de aprender por completo.
Últimamente, se habla mucho sobre la conveniencia o no de mandar deberes a los niños, ¿qué opinas?
A mi modo de ver es innecesario. Debería de llegar con lo que se trabaja en clase. Los niños también necesitan disfrutar, jugar, estar en familia, con amigos…
Hoy en día muchos padres se sienten perdidos acerca de su papel en la educación de sus hijos, ¿qué les aconsejarías?
Hablar más con ellos. La comunicación es la base de toda relación. Conocerles más facilita la labor educativa y a la vez afianza la relación afectiva. Además el padre/madre sabrá mejor ponerse en el lugar del educador/profesor, cuyo papel está cada vez más infravalorado por la sociedad. En los últimos años detecto demasiada dejadez por parte de los padres/madres para con sus hijos/as: pasan poco tiempo con ellos, los meten en mil actividades extraescolares para que lleguen cansados a casa, parecen obviar la importancia del juego, de la verbalización, de la escucha… En mi opinión es un sinsentido que sólo sirve para perjudicar la labor educativa.
Recomiéndanos algún libro y/o película de temática educativa:
Recomiendo encarecidamente la lectura a los más pequeños del cuento EL PUNTO, de Peter H. Reynolds (Editorial Serres). Refleja a la perfección cómo veo yo la educación: con motivación y confianza en el alumnado.

Y otra película referente a esta línea de pensamiento – sin ser un film que trate directamente la educación académica, sino la educación «para la vida», si eso existe- es CRIADAS Y SEÑORAS. Educa en la bondad y en la verdad pero, sobre todo, en creer en uno mismo.

Hay una frase que se repite mucho en relación a los niños, para que crean en sí mismos y en sus posibilidades: «Tú eres buena, tú eres lista, tú eres importante». Y es que para mí la clave de todo radica en esta frase. Ojalá nos la hubieran repetido muchas veces cuando éramos pequeños, en vez de usar el fatal método de «la letra con sangre entra», «no vales para nada», «fulanito es mejor que tú» o, en el caso de las familias, «paso de ti por completo, ya te educarán en el colegio, que para eso están los profesores».
¡Que viva la motivación en la enseñanza y en los hogares!
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Entrevistas a jóvenes educadores: Juan Monroy
«Lo que más me llena es trabajar con los alumnos
de tú a tú»
Juan Monroy

Trabajo como Profesor Contratado Interino de Sustitución en el Departamento de Computación de la Facultad de Informática de la Universidade da Coruña. También doy clase en la Escuela Politécnica Superior en el Campus de Esteiro, en Ferrol. Mi labor de investigación, realizada en el seno del Grupo Integrado de Ingeniería (GII), se centra, ahora mismo, en el modelado de usuarios y comportamientos, sobre lo que versa mi tesis doctoral.
¿Qué te movió a dedicarte a esto?
A raíz del desarrollo de mi proyecto de fin de carrera en Ingeniería Informática, realizado en el GII, en 2005 se me ofreció un puesto de trabajo asociado a proyectos de I+D, y dos años después logré la plaza de docente que ocupo a día de hoy . Actualmente, en proceso de finalización de mi tesis, tengo la esperanza de promocionar como docente.
La motivación de trabajar como Ingeniero Informático era evidente, lo que me llegó un poco más de sorpresa fue la plaza de profesor, pues nunca pensé en dedicarme a esto. Pero me alegro de haberlo hecho, pues he descubierto muchas facetas de mí y de la gente en general y aprendo día tras día. Ser profesor implica no dejar de aprender nunca.
¿Cuál ha sido tu experiencia más gratificante en tu vida profesional?
Precisamente la de ser profesor. Previamente estuve dirigiendo y asesorando proyectos de fin de carrera de alumnos de Ingeniería Informática. Fue realmente gratificante ayudar a sacar adelante estos trabajos y hacer en el camino verdaderos amigos.
En la actualidad, lo que más me llena es trabajar con los alumnos de tú a tú. Cuando hablas para una clase de 60 alumnos es todo frío y distante (o al menos es muy difícil para mí lograr que sea de otra manera con mi corta experiencia). Pero cuando las clases son de menos alumnos, de una decena tal vez, puedes llegar más a ellos. Tal vez por eso, aunque sea duro y consuma mucho tiempo, sigo dirigiendo proyectos de fin de carrera: solos tú y el alumno.
¿Qué es la educación para ti?
Hablando desde la perspectiva universitaria y especialmente centrada en mi carrera, la educación es enseñar a aprender; o aprender a aprender, desde el punto de vista del alumno. Cuando terminé la carrera siempre dije: “No he aprendido nada excepto a resolver problemas”. Si te paras a pensarlo, es muchísimo. Con independencia ahora de la carrera, el ámbito o la edad, la educación debe ser, o creo que es, lograr que las personas sean capaces de desenvolverse basándose en una característica fundamental: la autonomía. Por supuesto, desde el respeto y fomentando un trato agradable y buenos modales.
Utilizando la metáfora que mi profesor de guitarra emplea a veces, la educación tiene que ser como esculpir. Primero tienes un gran bloque de piedra al que das forma aproximada con una gran maza (aprender a leer, a escribir, matemáticas básicas). Después tomas un martillo más pequeño y vas matizando (habilidades básicas, gestión de emociones, etc.). Se sigue con los cinceles, cada vez más pequeños, cada vez matizando y afinando más (productividad personal, relaciones sociales, ciencias avanzadas, establecimiento de objetivos vitales, etc.). Creo que con esto se entiende la metáfora…
Aunque es una pregunta complicada, no quiero enrollarme más, pero faltan muchas cosas: conciencia ecológica, solidaridad, optimismo, etc. Demasiados planos y dimensiones que abarcar, haría falta una tesis.
¿Qué opinas del sistema educativo convencional? Si pudieras, ¿qué cambiarías?
No querría entrar mucho en este debate, es muy complicado y hay mucha política de por medio. Lo que aprecio desde mi posición es una bajada brutal del nivel en los estudiantes que llegan a primer curso de una ingeniería, sin saber qué quieren, por qué están allí y sin los conocimientos básicos necesarios para afrontar los retos que plantea una carrera técnica.
En la educación infantil existe demasiada permisividad, los niños aprueban sin esfuerzo tras un rendimiento espantoso, y se refuerza positivamente esta conducta. Es un sinsentido.
Básicamente atacaría en dos frentes: subir el nivel y la exigencia (los conocimientos son muy importantes) y la gestión de la vida y las emociones, porque no todo son conocimientos técnicos (creo que en esto estamos todavía muy verdes, aunque ya se vean iniciativas interesantes).
Últimamente, se habla mucho sobre la conveniencia o no de mandar deberes a los niños, ¿qué opinas?
Por sí misma, la teoría no es capaz de hacer interiorizar conceptos a casi nadie, ni abarca todo lo que pueda suceder. Casi nada en la vida se aprende sin práctica, y todos los grandes descubrimientos vienen de la práctica. Aunque se necesita la teoría para saber qué hacer, sin prueba y error no hay nada. ¿A dónde iba a llegar Cristóbal Colón?
El tiempo de clase para cada asignatura en los colegios es limitado: cincuenta minutos que entre preparar, recoger, mandar callar, explicar, preguntar y lograr que los niños hagan unas pocas sumas no llega para absolutamente nada. En mi opinión sí son necesarios los deberes, para que los niños tengan la oportunidad de enfrentarse con la práctica, para que puedan aprender aquello que sólo da la práctica. Y si te paras a pensarlo, es la manera más natural , no aprendemos a caminar o a hablar con teoría, es todo pura práctica. Por supuesto, los deberes han de estar bien calibrados, no puedes tener a un niño de nueve años haciendo deberes durante cuatro horas después de haber estado seis o siete en el colegio.
Hoy en día muchos padres se sienten perdidos acerca de su papel en la educación de sus hijos, ¿qué les aconsejarías?
Que ellos también tienen que hacer sus deberes. Es exactamente lo mismo que en el caso de los niños. Habría que incluir el cómo ser padres en la educación, para ir sabiendo hacerlo desde niños. Hay que informarse y buscarse la vida; existen multitud de expertos y libros con métodos que hablan del tema, es cuestión de conocer qué y cómo se puede hacer, conocer bien a tus hijos, dialogar con ellos… Posiblemente sea una de las cosas más difíciles que nos plantea la vida y también hay que ir aprendiéndolo con la práctica. Es necesario saber dejar el orgullo a un lado y entender que no tenemos la verdad absoluta, dejarse aconsejar y leer mucho.
Recomiéndanos algún libro y/o película de temática educativa:
Os recomiendo las lecturas y documentales sobre el experimento social “Una clase dividida”, llevado a cabo por Jane Elliot y que trata sobre la intolerancia. El experimento fue primero hecho con niños de una clase y después trasladado a una empresa con adultos. Muy interesante y mucho donde aprender. Os dejo un link de referencia.
Otras entradas de esta serie:
Entrevistas a jóvenes educadores: Saleta Alonso Barreiro
“A educación debería estar máis en contacto co ritmo natural das cousas, máis preto da Natureza, da Arte e dos saberes prácticos”
Saleta Alonso Barreiro

Diplomada en Educación Social, Directora e Monitora de Tempo Libre, especializada en persoas con capacidades diferentes.
Actualmente traballo de auxiliar educativa nocturna no Fogar Infantil Emilio Romay da Deputación da Coruña, con nenas e nenos con medidas por desprotección. Este vídeo recolle bastante ben o traballo que alí facemos:
Que moveuche a dedicarte a isto?
Unha experiencia temperá cun familiar con enfermidade mental fíxome moi consciente da desprotección social que sofren as persoas que non están dentro do sistema establecido, facéndome sentir a necesidade de entrar no armazón dos Servizos Sociais de forma crítica, activa e construtiva. Esta análise é de 1997, agora xa non estou tan segura de que o camiño sexa este.
Que é a educación para ti?
Entendo a Educación dende a súa procedencia latina “Educere”, que quere dicir: “extraer da persoa o mellor que leva dentro”; uníndoo coas palabras de Victoria Camps cando di que “educación é axudar a elevar o nivel cultural para que os educandos poidan ser libres para ser quen queiran”.
Seguindo estas definicións, non caberían logo os diferentes tipos de educacións en bloque, senón que cada ser humano tería un ritmo diferente e excepcional no seu proceso educativo. Entendendo o proceso educativo como un sistema de colaboración e engranaxe, e non de competición.
Tamén creo que a educación debería estar máis en contacto co ritmo natural das cousas, máis preto da Natureza, da Arte e dos saberes prácticos.
Ultimamente, fálase moito sobre a conveniencia ou non de mandar deberes aos nenos, que opinas?
Opino que as cativas e os cativos xa pasan demasiadas horas ao día sentados fronte a un pupitre que lles limita tremendamente a súa mobilidade natural, a súa inquietude, curiosidade… como para que na casa teñan que poñerse de novo nesta posición (“carne que crece non para”). As horas que pasan na escola deberían ser suficientes, se non é así probablemente será que o método non é o axeitado.
Outra cousa é que se active a curiosidade innata e sexa el ou ela mesma quen busque este espazo para aumentar o seu coñecemento.
Recoméndanos algún libro e/ou película de temática educativa:
“Hoy empieza todo” de Bertrand Tavernier, película do 1999 sobre a Francia do momento que está de rabiosa actualidade na España do 2014. Recordo ir a vela na estrea ao cine e parecerme unha realidade moi afastada da Galiza daqueles tempos… só tiña que esperar case 15 anos para que a historia se volvese a repetir.

Tamén me gustaría adxuntar como lectura recomendada o artigo de «Los niños: los de arriba, los de abajo y los del medio» de La Escuela del Mundo Al Revés, de Galeano.
Otras entradas de esta serie:
Entrevistas a jóvenes educadores: Belén Pin Rodríguez
«El sistema educativo parece orientado a la creación de autómatas»
Belén Pin Rodríguez
- Belén Pin, Licenciada en Filología Hispánica y Monitora de Tiempo Libre.
Durante los últimos años he compaginado mis estudios (Filología Hispánica; Máster en Literatura, Cultura y Diversidad; Máster de Profesorado de Secundaria) con mi trabajo en el mundo de la Educación No Formal y del Tiempo Libre, y como profesora de clases particulares. Hice el curso de monitora en 2007 y desde entonces he trabajado en campamentos, talleres de manualidades y de música, parques infantiles, animación hospitalaria y animaciones en “bodasbautizoscomunionesydemásjolgorios”. Todo ello con niños, adolescentes, adultos y personas con necesidades especiales.
¿Qué es la educación para ti?
Es el proceso de obtención de conocimientos, valores y conductas por el cual todos los individuos pasan o deberían pasar. La educación engloba distintas facetas de la vida, tanto temporales (abarca desde la niñez hasta nuestros últimos días, pues no tiene por qué terminar nunca) como dimensionales (está presente en el ámbito escolar, familiar, social…)
Los educadores son las personas que educan, como su propio nombre indica. Y, según la definición anterior, todo el mundo podría ser educador.
Así pues, diría que la educación es el proceso ad infinitum en el que todos los individuos somos al mismo tiempo docentes y discentes, y por el cual vamos creciendo como personas, no sólo al recibir conocimientos, sino también al interactuar con otros.
¿Qué opinas del sistema educativo convencional? Si pudieras, ¿qué cambiarías?
El sistema educativo convencional español (que es el que conozco mejor, lógicamente) parece orientado a la creación de autómatas, futuros ciudadanos capaces de obedecer, memorizar y reproducir lo que se les inculca.
Me gustaría ofrecer un entorno educativo más abierto a la imaginación y a la creatividad de los niños. La infancia y la adolescencia son las etapas de mayor efervescencia y es una atrocidad amputar las potencialidades de los alumnos y alumnas. Además, incidiría en crear entornos de aprendizaje cuanto más diversos mejor, no sólo integrando niños de diferentes religiones y culturas, sino también de diferentes edades. No conozco por experiencia propia las “escuelas unitarias” y soy consciente de la inviabilidad a nivel estatal de unos centros con estas características, pero me parece que serían una de las mejores maneras de formar individuos preparados para la vida real.
Últimamente, se habla mucho sobre la conveniencia o no de mandar deberes a los niños, ¿qué opinas?
Los deberes en sí, como todo, no son ni buenos ni malos, el problema está en la cantidad y en el contenido. Que los alumnos tengan que llevar a casa algún ejercicio, algún día en concreto, no me parece algo contraproducente. Si hay que reforzar un contenido que no se ha podido alcanzar en clase, es positivo que se practique en casa. Lo que no es razonable es que los niños de Primaria tengan que pasar 2, 3 o 4 horas realizando tareas repetitivas e inútiles.
Y dejó aquí un ejemplo de este tipo de ejercicios a los que me refiero del archiconocido Daniel Cassany:
“Plot ro yo pedrí en el catón. Socré un ban cote. El graso estaba cantamente linendo. No lo drinió. Una Para Jocia y un Pari joci estaban pliniendo a mi endidor. Estaban gribblando atamente. Yo grotí al Pari y a la Para fotnamente. No goffrieron nu platión. Na el hini yo no putre licrerlo. Yo lindré vala. Possrí fobanamente.
1. ¿Dónde pedrió el escritor Plot ro?
2. ¿Drinió el graso?
3. ¿Quién estaba plinando a su endidor?
4. ¿Estaban gribblando atamente o sanamente?
5. ¿Lindrió o no?”
Daniel Cassany, Enseñar lengua
Hoy en día muchos padres se sienten perdidos acerca de su papel en la educación de sus hijos, ¿qué les aconsejarías?
Como en todo a lo que no puedo enfrentarme por desconocimiento, usaría el sentido común e intentaría dejarme guiar por personas expertas en la materia, no sólo estudiosos (pedagogos, psicólogos y profesores) sino, por supuesto, también otros padres y madres.
Recomiéndanos algún libro y/o película de temática educativa.
He visto bastantes películas sobre educación e infancia, pero las que más me gustaron fueron “Les 400 coups” de François Truffaut y “Ni uno menos” de Zhan Yimou. La primera es un clásico de la Nouvelle vague que narra el día a día de Antoine, un niño que “no encuentra su lugar” ni en la escuela, ni en su familia, ni en los centros educativos por los que pasa. Es una película honesta y directa, pero que no busca la lágrima fácil.
“Ni uno menos” es otra joya. Narra la historia de una adolescente, Wei, que es obligada a sustituir al maestro del pueblo durante un corto periodo. Tiene que ideárselas de mil y una formas para evitar el absentismo, pues la acción se sitúa en un pueblo en el que los niños deben ayudar en las tareas del campo.
Además, las dos tienen una fotografía preciosa. Aquí os dejo a los entrañables Antoine y Wei. Quizás la joven de las montañas sí hubiera sido capaz de comprender al muchacho francés.


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Presentamos categoría: Entrevistas a Jóvenes Educadores
Somos muchos los que nos hemos formado en el campo de la educación y estamos buscando la manera de salir adelante. Para algunos es nuestra actividad principal, somos especialistas de la educación; otros combinan estas tareas con otras especializaciones, o han acabado en este mundo por casualidad. Es muy socorrido, entre los jóvenes que buscan trabajos esporádicos que puedan compaginar con otras facetas, el cuidado de niños, las clases particulares, ser monitor en campamentos… Pero esto no le quita valor, es un trabajo muy serio y puede resultar altamente significativo para los usuarios, toda labor educativa conlleva una implicación profunda. Pues bien, tanto los especialistas como los que no lo son tanto sentimos la necesidad de expresarnos, porque vemos muchas cosas y sentimos muchas cosas. Si nosotros no hablamos de ello, si nuestra opinión no se tiene en cuenta, al final sucede siempre lo mismo, que falta coherencia en el sistema y cada vez lo sufrimos más (no los profesionales, que también, sino los usuario).
Este es un espacio en el que queremos decir todo aquello que pensamos acerca de la situación actual del sistema educativo, a todos los niveles. Profesores, educadores, monitores, cuidadores… de niños, mayores, personas con diversidad funcional o cualquier otro colectivo. Todos los que participamos en este mundo tenemos ganas de hablar de ello, y lo ideal sería que se tuviera en cuenta nuestra opinión a la hora de cambiar legislaciones, hacer reformas educativa y demás. Pero empecemos por aquello que está a nuestro alcance.
Poco a poco iremos dando a conocer a los jóvenes educadores que se han animado a participar en este proyecto. Si tienes experiencia en el mundo de la educación y te apetece participar, envía un mail a: planetaalicia@gmail.com o llama al teléfono: 652 692 979 y te indicaremos cómo puedes hacerlo.
La semana que viene publicaremos la primera entrevista de esta serie. Gracias por seguirnos, terrícolas.
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