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Lecturas recomendadas: «La crianza feliz»

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Este libro es, sencillamente, IMPRESCINDIBLE.

Y podría acabar la entrada así, jeje, pero bueno, me extenderé un poquito más.

Rosa Jové, su autora, especialista en psicología infantil y antropología, es una persona a la que admiro muchísimo. Aparte de que coincido prácticamente 100% con sus opiniones y principios acerca de la crianza, su estilo como escritora me resulta delicioso: es cercana, directa, clara y tiene un gran sentido del humor. Además, a lo largo del libro facilita muchísimos recursos complementarios (webs, asociaciones, estudios, artículos, bibliografía…).

Aunque el subtítulo del libro es: «Cómo cuidar y atender a tu hijo de 0 a 6 años», creo que no debe limitarse su lectura a padres con niños en estas edades, ni siquiera me basta con ampliarlo a los educadores. Creo que es un libro válido para cualquier persona que viva en sociedad, porque, como he dicho muchas veces, todos somos agentes educadores, de una manera más o menos directa, y es un tema sobre el que me parece imprescindible estar bien informado.

Especialmente importante es la primera parte, «Una vida en nuestras manos», ya que habla de conceptos muy generales e interesantes (a mí estas cosas me apasionan, pero creo que, aunque no sean tu tema favorito, puedes disfrutar mucho con esta información, sobre todo, personalmente, he disfrutado muchísimo con el capítulo 2, «El desarrollo armónico del niño»). En la segunda parte, «Quién educa a nuestros hijos», habla de los distintos agentes educadores y sus roles. Y la tercera, «Soluciones prácticas», es más una sección de consulta sobre temas concretos (la alimentación, el sueño, las rabietas, el uso del chupete…).

Es muy práctico, porque todo aparece organizado por edades y cada capítulo incluye un resumen final, con lo que puedes ir directamente a lo que te interesa de manera rápida y sencilla (este aspecto también me encanta, porque soy una persona muy estructurada, me gusta tenerlo todo esquematizado y optimizar recursos al máximo).

En serio, no dejes de leerlo, especialmente si estás pensando en tener hijos, vas a tenerlos pronto o ya los tienes; o si dedicas parte de tu vida profesional y/o personal a la educación o cuidado de niños pequeños. Evidentemente, es importante que comulgues con ciertas ideas, por ejemplo, que tu modelo de crianza ideal se base en el amor, el respeto y la empatía como pilares fundamentales; pero, sea este tu caso o no, no rechaces la lectura de esta maravilla, puedes sacarle mucho partido, te lo aseguro. A mí me ha cundido cada frase, de principio a fin, y sé que es un libro que me va a acompañar mucho tiempo, quizá toda la vida.

Espero que este artículo te haya resultado útil y, si te apetece dejar un comentario, me encantaría leerte. Saludos 😉

 

También te recomiendo:

«El cerebro del niño», de Daniel J. Siegel y Tina Payne Bryson

Finde en Madrid: Jornadas PB

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En las Jornadas de la Pedagogía Blanca.

 

Hace ya dos semana, y aún no me he recuperado. La verdad es que fue un viaje maravilloso, me aportó una gran dosis de felicidad que me está viniendo muy bien, aunque estoy realmente agotada.

Llegué a Madrid el viernes por la mañana, bien temprano, y, como las Jornadas no empezaban hasta el sábado, tocó aprovechar el día haciendo un poco de turismo. Por la mañana, a la Gatoteca, un sitio increíble, altamente recomendado para amantes de los gatos, donde puedes tomarte algo mientras compartes el espacio (un espacio alucinante) con unos cuantos lindos mininos, lo pasé de maravilla. Podéis visitar su web si os interesa el tema, está en la calle Argumosa, en el barrio de Lavapiés, cerca de Atocha. Yo tengo claro que es una visita obligada a partir de ahora siempre que vaya a la capital.

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Zumitos y gatitos
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Este lindo minino cogió posición en cuanto me senté y ahí estuvo un buen rato…
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Me encanta este juguete, pronto estará en mi casa, jejeje
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Otro que me escogió, y yo en mi salsa

Y por la tarde Parque del Retiro, Templo de Debod… hay que pasar a saludar a los viejos conocidos también, jejeje.

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El Palacio de Cristal
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Una ardilla preciosa, aunque un poco camuflada
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Atardecer en el Templo de Debod
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En buena compañía

 

Sábado por la mañana, empiezan las Jornadas.

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Aquí me tenéis justo antes de entrar, muy ilusionada.CAM00850Preparada para empezar…

Mi libretita está llena de notas pendientes de revisión (hay que dejar reposar un poquito estas cosas, aunque lo que sucedió y se dijo en ese espacio de encuentro me sigue rondando la cabeza todo el tiempo).

Lo más significativo para mí de esta experiencia fue la sensación de unión. Cuando tienes unas ideas diferentes a las de la mayoría, a veces sientes que vives como en una lucha constante, no porque intentes que los demás cambien de opinión, sino porque quieres sentirte entendida y respetada. Una de las frases que se repitieron fue «Abraza la diversidad». Para mí esto es muy importante, me encanta la diversidad; no me gustan todas las personas, ni todas las ideologías, ni todas las maneras de educar… lo que me gusta es que haya esta maravillosa variedad de personas, de ideologías, de maneras de educar… porque esto hace posible que cada uno pueda encontrar su lugar. Y estando allí, rodeada de todos esos desconocidos con los que tengo algo tan importante en común, me sentí en mi lugar, me sentí tremendamente a gusto y lo único que me inquietaba era pensar en lo corto que iba a ser, en que en unas horas habría terminado. Pero, la verdad, no ha terminado, ha sido una pequeña parte dentro de un gran proceso.

Antes de irme, tenía que hacerme una foto con las personas que están detrás de todo esto: Sorina Oprean, Azucena Caballero y Mireia Long, ellas son La Pedagogía Blanca:

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Sorina Oprean, Azucena Caballero, Mireia Long y yo.

 

Y, por supuesto, tanto el sábado como el domingo hubo encuentros con grandes amigos, mis compañeros de carrera a los que siempre me alegro tantísimo de ver y compartir ratitos entrañables… bueno, no, entrañables se queda corto, más bien ¡épicos! Aunque pasen los años entre un encuentro y el siguiente, ahí estamos siempre felices de estar juntos.

Por todo esto, me siento realmente afortunada y feliz. Ahora toca buscar un hueco para descansar (no es tarea fácil, no os creáis), y asimilar esta maravillosa experiencia formativa para aplicarla en la vida y en el trabajo.

¡Gracias!

«Quando sinto que já sei», una recopilación de propuestas de educación alternativa en Brasil

Hoy me he decantado por una sesión de cine. La peli dura poco más de una hora, se titula «Quando sinto que já sei», y está dirigida por Antonio Sagrado, Raúl Pérez y Anderson Lima.

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Se trata de un recorrido muy interesante y curioso por distintas escuelas y proyectos de educación alternativa en Brasil. Básicamente, es una sucesión de testimonios en la que educadores y educandos explican en qué consisten sus propuestas, cómo las llevan a cabo y lo que suponen para ellos. Para mí, lo mejor ha sido ver cómo los profesionales de la educación que buscamos una manera diferente de vivir el proceso educativo, podemos encontrar nuestro lugar y hacer realidad nuestro sueño; y lo mismo se aplica a los educandos que se encuentran perdidos, encarcelados, deprimidos, etc. dentro de un sistema que no es para ellos. Otra realidad es posible.

Aquí os dejo el trailer:

¿Os han entrado ganas de ver la peli? Podéis hacerlo a través de su web, tiene subtítulos en español. Ya me contaréis qué os ha parecido.

 

Cuando otros nos invitan a reflexionar

Las charlas TEDx dan mucho de sí, hay unas cuantas joyitas circulando por ahí, y de vez en cuando te topas con una de ellas. Aquí os dejo una que me ha gustado mucho:


Ya la habéis visto, ¿no? Pues bien, este hombre, León Trahtemberg nos habla de varias cosas sobre las que yo también quiero opinar. En primer lugar, nos plantea una cuestión: ¿En que te fijas cuando visitas un colegio al que estás valorando llevar a tus hijos? Pues sinceramente, ni idea, ya que todavía no he vivido esta experiencia. Eso sí, como profesional sí he visitado colegios, unos cuantos; para mí es como cuando estás buscando vivienda, hay una serie de cosas que tienes en tu lista (que tenga luz natural, buena distribución de estancias, etc.), pero para mí lo más importante es la sensación que me transmite, desde el momento en que pongo un pie en el portal. Creo que con el cole pasa lo mismo, es en cierto modo un hogar, un espacio donde vas (bueno, tus hijos van) a pasar muchas horas, con mucha gente, haciendo muchas cosas, y lo más importante es que estén a gusto. Es muy difícil aprender si no estás a gusto. Luego están otros temás, como este (la frase de León ya lo dice todo, me abstengo de comentarios): «Los niños que necesitan el mejor colegio, son rechazados por aquellos que dicen ser los mejores colegios».

 

Por otra parte, habla  de las inteligencias múltiples, y de la importancia de cultivar las fortalezas, porque «Tu éxito se va a construir sobre tus áreas fuertes, no sobre tus áreas débiles». Me parece algo tan obvio y tan alejado a la vez del pensamiento al que estamos acostumbrados. ¿Por qué damos tanta importancia a lo que no se nos da bien, al ejercicio que no supe hacer, al examen que suspendí…? Por supuesto que, si realmente queremos hacer algo y de entrada nos cuesta, pues a echarle horas y esfuerzo, pero sólo si queremos; no podemos ser buenos en todo, hay cosas que se nos dan mejor que otras, hay cosas que nos gustan más que otras. Es muy triste que haya personas que, a pesar de ser brillantes en muchos aspectos, por el simple hecho de no tener buena capacidad memorística estén condenados al fracaso, al sufrimiento y al desprecio en la escuela.

 

Llegamos a la parte más divertida (en la charla, claro, porque lo que sucede en el mundo real también me parece bien triste): la creencia de que copiar es inmoral. Para mí, la capacidad de hacer chuletas es todo un arte, no sólo eso, sino que es un gran método para aprender. Si no eres capaz de memorizar una tabla, pero tienes la capacidad de síntesis y de concentración para condensarla en un minúsculo trozo de papel, no eres mal estudiante, eres un auténtico crack. La única pega que le veo es que no creo que sea muy bueno para la vista, jeje. Y si hablamos de copiar entre compañeros, entran en juego momentos realmente bellos; yo recuerdo situaciones en las que compis con los que apenas hablaba me soplaron cosas, porque sí, y eso me hizo sentir apreciada y querida, por gente en la que nunca habría pensado de manera afectiva si no fuera por esa simple anécdota. La conclusión está clara: «Si ustedes no quieren que los alumnos se copien, no les hagan preguntas que se pueden contestar copiando».

 

Y respecto a la anécdota final, sencillamente: sacar buenas notas no implica ser mejor persona. Consolar a un compañero, o a un amigo, que llora porque le ha salido «mal» un examen, o porque un profesor le ha suspendido… Pocas cosas me hicieron sentir tanta rabia en mi infancia como estas situaciones, ver a alguien que quieres sufriendo, pero sufriendo de verdad, por un simple número que alguien le ha asignado, es una vergüenza. Aprendamos a evaluar y empecemos evaluándonos a nosotros mismos. Si queremos seres empáticos, pues empaticemos con ellos: ¿Cómo nos sentiríamos si alguien decidiese que el conocimiento de una serie de datos implica que seamos «buenos» o «malos» en nuestro trabajo?; no nuestra experiencia, ni nuestra implicación, ni nuestros valores, ni nuestras fortalezas… simplemente datos. Yo no soy los datos que almaceno en mi memoria, soy mucho más ¿y tú?

Espacios de actividades: 8 elementos a tener en cuenta

Hoy quiero hablaros de un elemento que considero fundamental a la hora de llevar a cabo una actividad: el espacio. Ya sea una clase, una sesión de juegos, un taller de manualidades, una fiesta de cumpleaños… da igual, el espacio es un ingrediente más a tener en cuenta, es incluso uno de los protagonistas, ya que determina en gran medida todo lo que ahí va a suceder.

Resulta que hace unas semanas tuve la suerte de asistir al taller «Crea y organiza entornos creativos con la Pedagogía Blanca», en el que se habló de espacios educativos creativos en el hogar y en el aula (en este artículo tenéis algunas de sus ideas al respecto).

Siempre me ha interesado mucho este tema. En uno de mis primeros trabajos en el mundo de la educación yo ejercía como monitora de actividades extraescolares y estábamos preparándonos para una actividad con el grupo de peques, de 3 a 5 años; la coordinadora empezó a mover las mesas y las sillas, probando distintas opciones, mientras me hablaba de lo importante que era y de cómo podía cambiar todo el simple hecho de elegir una disposición u otra. Desde entonces he puesto mucha más atención a este aspecto, siendo cada vez más consciente de hasta qué punto repercute en el desarrollo de la actividad.

Por supuesto, no existe una fórmula mágica, ya que hay muchísimas variables a tener en cuenta. Si, por ejemplo, vamos a hacer alguna manualidad tenemos que controlar que haya una superficie en la que todos puedan trabajar cómodamente, que tengan los materiales al alcance, que haya buena iluminación, que estemos cerca del baño para poder lavarnos las manos…; en cambio, para un espectáculo didáctico debemos habilitar un espacio en el que todos puedan sentarse cómodamente, iluminar la zona del escenario, evitar distracciones alrededor… Cada situación es un mundo.

Sin embargo, siempre podemos seguir algunas premisas básicas que seguro nos ayudarán:

1. Sobriedad: si optamos por no sobrecargar el entorno facilitaremos la concentración en la actividad que estemos llevando a cabo.

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Musicoterapiactiva, un centro situado en c/Santa Catalina, 16-18-20, 1ºC (A Coruña)

2. Alternativas: a veces necesitamos un momento para nosotros mismos, o no nos encontramos bien, o simplemente no nos interesa lo que se está haciendo en el grupo y queremos aprovechar el tiempo de otra manera. Yo creo que hay que respetar la libertad de cada individuo, y, siempre que no se interfiera en el funcionamiento del grupo, debemos poder retirarnos a leer, dibujar, pensar, o lo que necesitemos. Por eso es importante contar con los espacios y materiales para ello.

3. Iluminación: debemos cuidar a nuestros usuarios, y uno de los aspectos a tener en cuenta es la vista, que estén cómodos. Una luz intensa puede resultar agobiante, y si es demasiado tenue quizá tengamos que forzar para llevar a cabo las actividades; hay que buscar el equilibrio, y adecuarse, como en todo, a las necesidades del momento.

4.  Sentido estético: es muy importante, si llegamos a un sitio y nos resulta bonito, nos apetecerá más entrar y participar en lo que ahí se esté llevando a cabo.

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La Escuelita Waldorf, en la Av. Santa Cristina 22 (Perillo-Oleiros, A Coruña)

5. Seguridad: todo lo demás queda supeditado a esto, hay que cumplir siempre las normas de seguridad, y cuanto más jóvenes sean los usuarios más amplia es también la normativa. Ojo con los enchufes, las esquinas, puertas y ventanas… todo eso.

6. Comodidad: también es importante ofrecer, siempre que la actividad lo permita, diferentes tipos de asientos y apoyos (sillas, cojines, taburetes, colchonetas…). Estamos acostumbrados a que los niños «tienen que » estar sentados un montón de horas en una silla rígida, sin cambiar de postura, y eso es algo que no resulta cómodo para nadie. Es importante ofrecer libertad de movimiento, que cada uno busque la posición que le resulte agradable en ese momento y que pueda variar cuanto quiera.

7. Todo a la vista: al entrar en un espacio, nos da cierta confianza el poder ver todo lo que hay de una vez; nos ayuda a situarnos en el contexto, a ir tomando decisiones y a sentirnos, en definitiva, seguros y cómodos.

8. Limpio, cuidado y ordenado: siempre estaremos más a gusto en un espacio limpio y en buen estado, y nos invitará más a participar, jugar, aprender y divertirnos, que si tenemos que estar pendientes de no tocar aquí o no apoyarse allá. Además, es importante que cada cosa tenga su sitio, y que todos nos impliquemos y responsabilicemos del cuidado del espacio y de los materiales; así, promovemos buenos hábitos predicando con el ejemplo.

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Luscofusco, espacio infantil situado en Lugar de Agoso 32 (Santa María de Oza, Teo)

Esto se puede aplicar tanto a los espacios de aprendizaje, lúdicos, etc. como al hogar. Son pautas muy generales, pero creo que ayudan mucho a sentirnos a gusto.

¿Os ha resultado útil? ¿Tenéis alguna otra sugerencia?

Entrevistas a jóvenes educadores: Sabina Díaz Antón

«Todos somos responsables de la educación de los seres que tenemos alrededor»

Sabina Díaz Antón

Hoy me toca a mí: Copia de YO REDONDO Soy Sabina, Educadora especialista en Educación No Formal, lo que engloba muchas facetas: clases particulares y en grupo (sobre todo de inglés, pero también de apoyo escolar y música), actividades de tiempo libre (campamentos, extraescolares, talleres…),  asistencia personal y atención socioeducativa a personas con diversidad funcional y menores en riesgo de exclusión social, animación en eventos…

Para completar mi definición profesional, os cuento un poco cuál es mi metodología:

En mis sesiones (ya sean clases, fiestas o cualquier otro formato) procuro ofrecer siempre una atención personalizada, ya que cada individuo merece que se respete su espacio, su ritmo y sus necesidades. También busco el desarrollo de la autonomía, que cada uno sea consciente de su responsabilidad con el entorno y consigo mismo. El aprendizaje significativo es el más efectivo y, en la medida de lo posible, le doy un enfoque lúdico y muy creativo, para establecer un espacio agradable, de bienestar, en el que se respire el placer de aprender.

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Y, para terminar, mi contexto:

Hace 4 años, tras mucho trabajo por cuenta ajena, con muchos colectivos (niños, tercera edad, personas con diversidad funcional…) y con muchas empresas diferentes, harta de la falta de valoración, de malvivir debido a unas condiciones laborales cada vez peores, de la incompetencia , de la incoherencia, de la ausencia de control de calidad, de trabajar en mi campo sintiendo que el enfoque no era ni de lejos el que la sociedad necesita…tuve una idea y me formé para abrir mi propio negocio. Yo quería ofrecer un espacio lúdico, educativo y multidisciplinar, un lugar al que pudieran asistir niños y mayores. Pero las cosas no son tan fáciles, y la apertura de un local comercial en este país es, desgraciadamente, algo muy complicado, y para lo que, digan lo que digan, no hay ayudas cuando realmente las necesitas. Así que modifiqué el enfoque para poder ofrecer el mismo servicio de manera itinerante; el problema fue, entre otras cosas, que un proyecto tan personal como el mío necesita de un espacio propio. Aún así, intenté plasmar mis principios educativos, ofrecer servicios de calidad, proteger y valorar a mi equipo de trabajo… Pero, tras muchos experimentos, resultó que no era el momento, no era la manera, en fin, cuando trabajas y trabajas hasta que no puedes más, tu clientela está encantada con tus servicios y, aún así, no hay forma de llegar a fin de mes (literalmente), pues llegas a la conclusión de que hay que buscar otras vías,  y tuve que cerrar. Ahora me encuentro en un momento de transición, digiriendo lo que he aprendido en mi aventura emprendedora, buscando de nuevo mi hueco en el mundo laboral, madurando y asentando las bases para seguir adelante.

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¿Qué te movió a dedicarte a esto?

Puedo hablar de muchos inicios diferentes:

-Cuando decidí hacer Magisterio, porque creía que quería estudiar música; ya estaba en Grado Medio en el conservatorio, y pensé: “Ufff, son muchos años para terminar la carrera trabajando de camarera y demás… Mejor hago Magisterio Musical, que no me va a costar mucho, y así puedo trabajar en un cole mientras sigo estudiando”. Enseguida descubrí que no era la música ni la educación formal lo que me movía, pero acabé la carrera. Mi experiencia universitaria me sirvió para hacer grandes amigos, pero no para aprender; no había nada suficientemente interesante para mí ahí dentro, el verdadero aprendizaje estaba fuera del aula. Lo que sí aprendí es que el sistema universitario español es de risa (he estado matriculada en diversas universidades, en distintas ciudades y diferentes carreras, desde que acabé el instituto hasta un reciente paso por la UNED; y nunca he tenido experiencias académicas positivas, es realmente triste, ya no lo intento más).

-Cuando mi profesora de violoncello del conservatorio me ofreció dar clases particulares a una alumna suya, la que fue mi primera alumna, mi primer trabajo en educación. Una experiencia maravillosa, la verdad, estuve con ella más de 2 años.

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-Cuando, tras mucho explorar e intentar encontrarme a mí misma, decidí que se está mejor en casa que en ningún sitio y volví a Coruña, mi tierra. Empecé a trabajar como voluntaria en una asociación que fue mi verdadera escuela, hacía de todo: había momentos en que estaba dando clase de ajedrez a uno, controlando que otros 5 hicieran sus deberes, proponiendo juegos y manualidades a otras 3, atendiendo al teléfono, poniendo orden en el material… y al final pasando el aspirador, jeje, era divertidísimo; piano, música, teatro, manualidades, campamentos… de todo. Así durante un año, hasta que tuve que dejarlo por agotamiento, pero la experiencia y el aprendizaje que viví en ese lugar no es comparable a nada, fue algo muy importante y significativo en mi vida.

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Pero,  en realidad, el origen de todo esto fue mucho antes. Yo era una niña pequeña sentada en mi pupitre, haciendo la EGB. Y curso tras curso pensaba: “Si yo fuera la profe no haría esto que está haciendo él/ella, ni esto otro, ni esto otro…. Yo lo haría bien”. No podía soportar la incompetencia, recuerdo perfectamente tener esos pensamientos con 8 años, y puede que antes. Aún así, creía que no quería ser profesora. Fue la vida la que me fue poniendo en mi sitio, y al final descubrí que la Educación me corre por las venas.

¿Qué es la educación para ti? 

Para mí la educación es un proceso que se produce a lo largo de toda la vida, que ha de suceder en libertad, que ha de ser respetuoso (con el espacio, con el ritmo y con las necesidades de cada uno). Todos somos responsables de lo que sucede en nuestro entorno y, por tanto, todos somos responsables de la educación de los seres que tenemos alrededor, pequeños y mayores. Los padres educan a los hijos y los hijos educan a los padres. Otra cosa es la figura del profesional de la educación, que ha de ser un guía, un compañero en el proceso de desarrollo.

¿Qué opinas del sistema educativo convencional? Si pudieras, ¿qué cambiarías?

Enseguida me di cuenta de que mi enfoque educativo dista mucho del convencional (rechazo la memorización, los exámenes, los ejercicios de copiar, las separación de asignaturas en horarios cerrados, la agrupación de niños por edades, los timbres de las escuelas…), así que me puse a indagar en las metodologías alternativas (Escela Libre, Pedagogía Waldorf, Método Montessori…), pero no encontraba lo que buscaba, ya que, en mi opinión, estas propuestas siempre tienen algún aspecto muy cerrado, o que no contempla el cambio (social, tecnológico…) o la diversidad.

Recientemente descubrí La Pedagogía Blanca, por fin un enfoque que realmente comparto, la verdad es que me ha costado mucho encontrarla. Hay millones de cursos interesantes, pero nada que me hiciera sentir tantas ganas como la Formación de La Pedagogía Blanca, ya que se basa en unos principios totalmente afines a los míos, pero no sigue una metodología cerrada, sino que se abre a todas las posibilidades, a todos los individuos y a todos los procesos. Espero acceder pronto a esta formación.

Quiero ser, y me considero desde hace tiempo, agente del cambio. ¿Qué cambiaría? Pues prácticamente todo. Cambiaría la estética de las escuelas (que se parezcan menos a cárceles y más a espacios de juego, luminosos, bonitos, agradables, cómodos y variopintos), cambiaría la organización (espacios abiertos, grupos heterogéneos, participación activa de los niños en la toma de decisiones, horario mucho más ligero y flexible…), cambiaría el temario (saberes prácticos, artísticos…; nunca entendí, por ejemplo, que no se enseñen primeros auxilios en los coles, y que no se repasen periódicamente, me parece algo tan importante…), cambiaría la metodología (juego libre, proyectos de investigación, excursiones y visitas, debates…), establecería unos criterios de control de calidad serios, realistas y coherentes (no entiendo el sistema de funcionariado, en el que te presentas a una oposición, consigues plaza, y 40 años después ahí sigues, da igual que seas empático con tus alumnos o no, que recicles tus conocimientos con regularidad o no, que motives o no…; yo he tenido profesores que dictaban apuntes que parecían sacados de una biblioteca abandonada, descoloridos y mugrientos; eso no puede ser, hay que formarse continuamente y adaptarse al cambio, la sociedad está en constante evolución, la educación no puede anclarse en el pasado)… No hace falta que siga, ¿no?

Últimamente, se habla mucho sobre la conveniencia o no de mandar deberes a los niños, ¿qué opinas?

No estoy en contra de los deberes, pero claro, depende del tipo de deberes, la cantidad, para quién y en qué contexto. Si hablamos de un niño que entra en el cole a las 9 de la mañana y no vuelve a casa hasta las 7 de la tarde, estoy en contra. Si hablamos de deberes del tipo copiar, memorizar o realizar tareas que para el niño no van a tener ninguna aplicación práctica, estoy en contra. Si tiene que hacer deberes sólo de aquellas materias que no se le dan bien o no le gustan, estoy en contra. En mi opinión, los deberes deben ser muy pocos, muy significativos y amenos, acordes con las preferencias del niño, y desde luego nunca impedir que tenga su rato de libertad y esparcimiento, que los niños lo merecen igual que los adultos, y lo necesitan mucho más.

Hoy en día muchos padres se sienten perdidos acerca de su papel en la educación de sus hijos, ¿qué les aconsejarías?

Que se informen, hay muchos caminos y sólo ellos pueden decidir cuál es el mejor para sus hijos. Que pidan ayuda cuando la necesiten, pero que no acepten sin más lo que les digan, que investiguen y contrasten. Que confíen en ellos mismos, y en su instinto. Que prediquen con el ejemplo.

Recomiéndanos algún libro y/o película de temática educativa:

Recomiendo encarecidamente “La Educación Prohibida” (con este artículo sobre la misma estrené este blog, hace poco más de un año):

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«La Educación Prohibida», de German Doin

También un clásico entre los clásicos de la educación alternativa y especial, «El milagro de Ana Sullivan»:

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«El milagro de Anna Sullivan» («The Miracle Worker»), de Arthur Penn

Y, para que los papás compartáis con vuestros hijos, tengo 2 sugerencias fresquitas: «Las aventuras de Peabody y Sherman» (genial para aprender o repasar un poco de historia) y «La LEGO película» (aquí tenemos una buena lección para adultos, pero no desvelo nada, que está llena de sorpresas).

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«Las aventuras de Peabody y Sherman» («Mr. Peabody & Sherman»), de Rob Minkoff
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La LEGO película» («The Lego Movie»), de Philip Lord y Chris Miller 

En cuanto a la lectura, voy a optar por mis modelos de crianza, Carlos González y Rosa Jové. Ambos tienen una cuantas joyitas publicadas (aún no las he leído todas, pero es uno de mis objetivos, y releerlas también). Por ejemplo:

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Otras entradas de esta serie:

-Presentación

-Entrevista a Belén Pin

-Entrevista a Saleta Alonso

-Entrevista a Juan Monroy

-Entrevista a Chus Álvarez

-Entrevista a Carla López

Una firma por el reconocimiento de las escuelas libres

Así explica Sir Ken Robinson en su famosa charla cuál es la situación de la educación actual, cuáles son los orígenes del sistema y por qué debemos hacer lo posible por cambiarlo:

Pues sí, nuestro sistema educativo está anclado en el pasado, está obsoleto, se desarrolló en un momento que nada tiene que ver con la situación actual, pero seguimos aferrados a él. Aún así, no hay que desanimarse, porque tenemos muchas otras opciones; aunque algunos todavía no las conozcan, están ahí. Desde el siglo XIX proliferan distintos experimentos y métodos educativos, que ponen en práctica sistemas muy diferentes al convencional. Se promueve el respeto al niño como individuo único y a su ritmo de aprendizaje, el desarrollo de su autonomía, el uso de materiales adecuados para ellos, el diseño de espacios que promuevan la creatividad y que les motiven al aprendizaje… y mucho más (algunos de los sistemas más famosos son la Pedagogía Waldorf y el Método Montessori).

Y sí, hubo un tiempo en que la educación pública  y accesible para todos era una idea revolucionaria, que tuvo que superar una fuerte oposición. Y actualmente sucede lo mismo con las escuelas libres, ya que su problema principal es la falta de reconocimiento. Esta ausencia de reconocimiento implica una ausencia de apoyo y dificulta mucho el desarrollo, la difusión y, sobre todo, el acceso.

Como todos deberíamos tener derecho a elegir qué tipo de educación queremos que reciban nuestros hijos, es de suma importancia apoyar estas propuestas, las valores como posibilidades para tu familia o no. Así que quiero compartir esta petición y que cada uno tenga la posibilidad de decidir,  que exista la posibilidad real de decidir para todos, no sólo para unos pocos. Si estás de acuerdo conmigo, firma, difunde y apoya esta petición:

Firma aquí

¡Gracias!

Apoyamos esta causa: que los padres decidan si los múltiples permanecen juntos en la escuela

«Todos los problemas que tenemos a nivel de comportamiento social tienen que ver con nuestra independencia, y nuestra falta de sentimiento colectivo, grupal o de tribu», una afirmación del psicólogo Alejandro Bustos Castelli en «Gotas de agua», un documental acerca de la decisión de juntar o separar a los múltiples en la escuela. En él se analizan 2 aspectos, primero la decisión en sí, las repercusiones que puede tener para ellos permanecer juntos o separados en la escuela; y, por otro lado, quién debe tomar esta decisión.

Meritxel Palou, cuyo blog es uno de mis últimos descubrimientos, es la impulsora de esta petición, difundida a través de www.change.org: La decisión de separar o no a los gemelos/mellizos/trillizos en el cole debe ser de los padres. Y también del documental, que comparto al final de esta entrada. Es un trabajo humilde, breve y conciso, en el que colaboran diversos profesionales, por ejemplo Rosa Jové. Os invito a verlo y a compartir vuestras impresiones.

¿Cómo creéis que deberíamos actuar al abordar una decisión así? ¿Quién debería tener la última palabra? En mi opinión, se confunden muchas cosas. Tenemos hábitos muy instaurados que nos llevan a «acostumbrar a los niños desde pequeñitos a …», sin pararnos a pensar en que quizá les estamos intentando imponer algo que nunca van a necesitar, o que va a surgir de forma natural a su debido tiempo. Hay que escuchar a los niños, escucharles desde el corazón, seguro que ellos tienen la respuesta. Y no hay que tener miedo a luchar por aquello en lo que creemos, aunque en principio nos sintamos solos en el camino. Yo he querido brindar mi apoyo a esta causa, y por ello comparto este documental. Quiero que se respeten las decisiones de los padres. Quiero que padres, profesionales de la educación y todos aquellos individuos que tengan un papel activo en la toma de decisiones se planteen estos asuntos con seriedad, con coherencia y con amor, y que se deje de implantar el miedo y la dominación para conseguir objetivos de poder y control sobre la sociedad. Quiero que decidan los padres, y que los múltiples puedan permanecer juntos en la escuela cuanto deseen o necesiten, siempre que no haya causas de peso que hagan preciso un replanteamiento.

«Gotas de agua», para vosotros: